Sergio Gabriel Martínez, popularmente conocido como ‘Maravilla’ Martínez, es un boxeador argentino nacido en Quilmes, Buenos Aires. Su historia de éxito, va mucho más allá de su talento indiscutible dentro del cuadrilátero.
Su prodigiosa zurda y su ímpetu dentro del ring fueron la clave de su éxito, pero sus logros llevan una historia de sucesos que marcaron su vida.
Fue la defensa de su título contra Paul Williams, allá en el 2010, lo que despegó su carrera definitivamente, siendo considerado como el mejor boxeador del año y uno de los mejores del mundo. Un nocaut espectacular, en dos asaltos, que quedará en la historia.
▷ ¿Cuánto gana un boxeador profesional por cada pelea?
Historia de un Campeón
Pero los inicios de su carrera se contraponen a sus grandes logros. Su vida no fue nada fácil, estuvo plagada de necesidades; esa situación fue la que marco su personalidad, la que le dio el temple necesario para seguir adelante.
Sergio, con tan solo 14 años, debió salir a trabajar para ayudar a su familia, por lo que se vio obligado a abandonar sus estudios desde muy joven. Fue así, que, junto a su padre, empezó a desempeñarse en varios oficios como albañil, soldador, entre otros para aportar económicamente a su hogar, ya que su familia no contaba con ingresos holgados.
Su incursión en el boxeo ocurrió de forma fortuita, en su debut como amateur logro una victoria ante José Pisani. Ese fue el momento que marcó su destino, desde ese entonces se imaginaba que algún día llegaría a ser campeón.
El ansiado cinturón, la fama, el dinero y la gloria no cambiaron su forma de pensar y actuar, siempre mantuvo los pies sobre la tierra, y hasta hoy es considerado todo un fenómeno de nuestro tiempo.
En marzo de 2009 el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) lo consagra campeón de peso superwélter y al año siguiente se convierte en campeón peso mediano. En septiembre de 2012 se consagró campeón de peso mediando del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) tras derrotar por puntos a Julio Cesar Chávez Jr.
Cuando organizaba su regreso al cuadrilátero a sus 45 años, muchos especialistas le recomendaron no arriesgarse; es decir, le sugerían continuar con su pasión, pero en combates de exhibición y no de manera profesional.
Sergio ‘Maravilla’ Martínez es un ejemplo no solo como boxeador sino también como persona. Cumplió sus objetivos por la confianza y la seguridad que se tiene. No solo es un ejemplo para los boxeadores sino para todos los deportistas.