Desde que Michael Schumacher, el más grande ídolo de la Fórmula 1, conquistó su victoria número 91, en el Gran Premio de China de 2006, su récord parecía inalcanzable para cualquier otro piloto. Catorce años después, Lewis Hamilton alcanzó al alemán en el GP de Eifel y amenaza con destronarlo de todas sus marcas.
Sin embargo, el logro del inglés no es una sorpresa. Desde que llegó a la escudería de Mercedes (2012), por coincidencias de la vida para reemplazar al alemán, su carrera ha venido viento en popa hasta convertirse en un torbellino sobre ruedas en este momento. Su máximo rival es él mismo y no es una exageración. Este año solo cedió puntos por errores propios.
Lo que sí fue sorpresa en el Gran Premio de Alemania fue el regalo que Lewis Hamilton recibió en el podio. Mick, el hijo de Schumacher que pronto hará su debut en la F1, le entregó el casco de su padre. «Crecí viendo ganar a Michael cada domingo, eligiéndole a él en los videojuegos. Nadie, ni mucho menos yo, podía imaginarse que este día llegaría», declaró con emoción y humildad.

El británico, quien llega a los 91 victorias con dos años menos que el ‘káiser’ y en menos careras (261 contra 308), continuará la temporada 2020 en la que también puede conseguir y batir otros récords del alemán. El principal es séptimo título del mundial, del cual está a uno. Solo un milagro impediría que lo logre. Es el líder de la tabla con 91 puntos sobre el segundo y compañero de equipo Valtteri Bottas.
Resumen del GP de Eifel con la victoria 91 de Lewis Hamilton
Clasificación final del GP de Eifel
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